Todo comenzó desde pequeño, desde que vi el primer bull a los 6 años, supe que quería uno.
Fueron pasando los años, era muy complicado para un niño adquirir un bull en esa época , pasaban los años y cada vez que veía uno, me quedaba enamorado. Hasta que por fin , para mis 24 años me regalaron a la mejor bull de mi vida “Tila” (Única de Senderos de Gloria). La buscamos mucho tiempo, hasta que llegó y nos alegró la vida, también hizo sus travesuras, que eran para matarla, pero como enojarse con esa carita que ponía…
Bueno, cada vez me fui interesando más y más en los bulls y de a poco fuimos progresando y tratando de hacer algo por la raza.
A mi mujer de a poco le van gustando y a nuestra hija le fascinan, me ayudan mucho en la crianza, sin ellas no podría.
Espero que les guste lo que vean
Nuestra historia con los bull's
